La lavanda es una planta que llama mucho la atención por dos principales motivos: el primero, por su inconfundible aroma y, por otro lado, a causa de su característico azul-violáceo que hace que los campos de lavanda sean tan fotografiables. Sin duda, son unas plantas muy especiales que esconden unos cuantos secretos que probablemente no esperas. Así, en este artículo te vamos a descubrir cinco datos fascinantes sobre la lavanda que te van a sorprender.
La lavanda: una planta con mucha historia
Que la lavanda tiene muchas aplicaciones es algo que ha sido conocido desde hace muchos siglos. No en vano, ha sido utilizada por civilizaciones tan antiguas como la del Antiguo Egipto, que lo usaban en el proceso de la momificación. Por otro lado, era habitual encontrar lavanda en los baños romanos, ya que su aroma lo hacían perfecto para purificar el aire, además porque conocían las propiedades antisépticas de esta planta. Por último, también dice que a la reina María Antonieta le encantaba el olor de la lavanda y la usaba como perfume… probablemente porque en su palacio, con tantos cortesanos a su alrededor, quería oler bien y distinguirse del resto.
Una planta con muchas variedades
Aunque se asocia a la lavanda con el color púrpura, lo cierto es que hay muchísimas otras variedades de esta planta que cambian en color, tamaño, olor y propiedades. Por ejemplo, una de las más populares de todas ellas es la denominada como Lavandula angustifolia, aunque también destaca mucho la Lavandula stoechas, también llamada como lavanda mariposa debido a que una parte de la flor se parece mucho a una mariposa.
El uso de la lavanda en la aromaterapia
Todos tenemos en la mente cómo huele la lavanda y no es para menos ya que el perfume que desprende es muy característico. De ahí que se utilice mucho en aromaterapia, ya que se ha demostrado que su olor tiene propiedades terapéuticas para luchar contra el estrés, ayudar a conciliar el sueño y también aliviar la ansiedad. Igualmente la lavanda tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que la convierte en una aliada en el cuidado de la piel y la salud en general.
Son muy fáciles de cuidar
La lavanda es una planta clásica del Mediterráneo que, además, es resistente y muy fácil de cultivar, por lo que la convierte en una opción perfecta para tenerla en casa. De hecho, no necesita tener muchos cuidados: tan solo regarlos al menos una vez por semana en los meses de calor y un poco más espaciados en los meses de frío, siempre procurando no mojar sus flores ya que eso podría hacer que aparecieran hongos.
¡Perfecta para cocinar!
De esta planta ya sabemos que es apreciada por su fragancia y sus beneficios terapéuticos, pero nos falta una propiedad más: ¡se puede utilizar en la cocina para hacer tus platos aún más sabrosos! Puedes utilizarlos en guisos, salsas, bebidas y postres… eso sí, trata de aplicarlo con moderación, ya que su sabor es muy intenso.
En definitiva, la lavanda es una planta con un sinfín de propiedades que pueden ser muy útiles para tu día a día.